Reflexiones musicales de Ángel Agrela

"Proyecto VI “Audiciones”. Secuencias.". El pasado lunes 22 de marzo de 2010, Ángel Agrela asiste asu primer concierto de música contemporánea - acompañado de su amigo y director Carlos Cuesta y Ricardo del Campo- en el Auditorio 400 del Reina Sofía, en Madrid.

Ángel Agrela recoge su vivencia trasladada a una reflexión realizada por el mismo artista, durante el concierto que tuvo lugar en el Auditorio.

Esta reflexión que va mas allá de lo que se ve, se oye o se intuye, pertenece al mundo de lo “transparente”,.. no cabe duda que nos sorprenderá haciéndonos disfrutar de su mágico mundo interior, que va más allá de lo puramente perceptual.

El artista Ángel Agrela, sintió la necesidad de describir “in situ” el sentimiento de tensión y estrés que le generaba esta audición, traduciéndolo a una lectura plástica, creada desde su perspectiva de artista  y como resultado de su respuesta emocional.

Compositores de la talla de Edgar Varese, Anton Webern, Benet Casablancas, Toru Takemitsu, Gérard  Grisey y Simon Holt, … hicieron estallar en Ángel Agrela, ideas, sentimientos, incógnitas y expresión de una forma  natural y original.

Ángel Agrela  consigue fusionar este movimiento musical con la punta de su grafito, a través de un escrito que esta recogido en su diario, el mismo día 22 de Marzo.

Ángel Agrela, abre una ventana más hacia su siguiente proyecto artístico … Proyecto VI “Audiciones”. Secuencias.

"Lo que he sentido en el primer acto es algo de estrés, mucha coordinación, … escenario limpio, hay mucha gente.

Parece como si la música intentara describir algo, un sentimiento, muchos registros…armonía, notas muy concretas, como si se tratara  de describir un acontecimiento a través de un lenguaje abstracto , con el abecedario personal del compositor.

Hay que descifrar ese lenguaje, parece creado con un código en clave secreta, … de vez en cuando saltan notas sin tener porqué estar dentro del mismo argumento. Percibo elementos distintos, … lo que me sugiere el artista es interpretar la distorsión, a veces caos, pero lo hace a través de sonidos que parecen no tener ninguna relación. Noto el latido del compositor, sus impulsos vitales que se hacen notar con el movimiento del director de orquesta, su desplazamiento, …seguimos… , se crea una coreografía en la que cada parte, es fundamental en la pieza orquestal. Siento movimiento y arritmias, emoción.

La emoción que siento me provoca expresión, que a su vez me impacta a través de mensajes subliminales en el oído, pero… qué ha querido decir con la pieza?, qué emociones pretende sugerir el artista?, qué sentimientos pretende despertarme? .. o lo que quiere es provocarme?.

Tercer acto…  comienza con una entrada musical fuerte. De repente mucha fuerza, parece describir otro acontecimiento ¿en clave cifrada? La lectura plástica que traduzco con esta música son líneas quebradas, planos rotos… No tienen nada que demostrar, ausencia total de belleza y armonía…resultado de una respuesta emocional en la que la razón parece no ser la protagonista…fluye la imagen, un momento en el que el tiempo parece congelarse…después pasan dos segundos, de nuevo se rompe la línea de tiempo, para introducirse tempos de distinta duración… Se superponen con sucesiones no lineales.

Siento que al escuchar a la vez que escribir, mi espíritu se calma, mi estado anímico de tensión como respuesta de autoprotección, pasa a segundo plano…Este hecho me ayuda mucho, … lo que entra por mis oídos fluye por la sangre, por todo  el cuerpo, por mis venas. Finalmete lo traduce la punta de mi lápiz en ideas, sentimientos,  materializando lo intangible. Este hecho metafísico hace que pueda respirar y tener mis constantes vitales en un estado de fluidez necesaria para encontrar mi estabilidad.

Mis latidos ahora van en sincronía con el movimiento y notas musicales… ahora parecen fusionarse con el movimiento de mi lápiz, porque ahora esta pieza musical crea en mí una respuesta expresiva… Es por lo que me siento bien o por lo menos algo mejor que al comienzo. En este instante parece que el tiempo se congela, lo que está ocurriendo en la sala no distorsiona el mundo real.

Todavía sigo respirando con algo de dificultad, no sé qué pasa,  pero lo que sí es cierto es que necesito expresarme escribiendo. Escuchando y visualizando me crea un estado en el que no puedo estar quieto…  asocio la audición con la creación, es verdad que ahora no es que esté creando pero lo que sí estoy haciendo es plasmar una idea… esto es  crear?… Es lo que parece que realmente está pasando. Mis imágenes o textos se están convirtiendo en traductores de estos impulsos musicales.

Quinto acto…¿Qué emociones despiertan en mí este tipo de música? ¿Realmente estoy preparado para tener una lectura coherente? A lo mejor es que necesito escuchar más música, tener más conocimiento musical del que tengo…pero ¿Lo necesito realmente? ¿Es obligatorio? O sencillamente de lo que se trata es escuchar la pieza musical en el sentido más primitivo del ser humano.

… Parece que lo desconocido siembre lo intentamos  rechazar, desconfiamos…

Si no fluye la música, me siento explotar por dentro. La única forma de que esta tensión circule a través de mi cuerpo, es traduciendo y transcribiendo expontáneamente. ¿ En realidad no estaré capturando lo intangible? ¿Cómo se desarrolla esto? No lo sé ni me importa. Sólo me limito a creer.

Bueno, parece que estoy mejor…, parece que me estoy relajando, pero no puedo dejar de escribir… porque me supone una tensión acumulada que la tengo que exteriorizar de la única manera que se.

 Sexto acto…En esta pieza musical hay siete músicos, un violín a la izquierda del escenario… De repente una nota musical muy larga, continúa y no sé dónde quiere llegar. Estoy ansioso de que llegue a su fin, continuidad, no fragmento, de repente surgen los chelos creando notas más elevadas… Ahora acompañan los demás instrumentos, parece que se quieren fundir en la misma línea de tiempo. Esto es sólo apariencia…, cada uno parece crear su propia armonía, sin tener en cuenta a los demás. Los diálogos individuales instrumentales cuando se juntan con los demás, parecen crear sensaciones y emociones contrarias.

Me recuerdan los seguidores de equipos contrarios… pero, en este caso parece haber siete equipos, cada equipo es un instrumento, pretenden llevarse bien, coquetear, seducir, llegar al climax o fagocitarse?… dos instrumentos juegan y conversan, ¡Es fantástico!

Se incorpora un tercero que parece querer intervenir en esa conversación dual y el resto se limita a acompañar a estos dos instrumentos que se estaban diciendo algo, pero pretenden que se entiendan? o pretenden distorsionar esa conversación, desunir, separar sus intenciones e instintos?. Ahora sí parece que están todos intentando decir algo. Es un ritmo que se repite sólo que con notas musicales distintas y  diferentes.

Cuando escucho este tipo de música abierta a la interpretación, me sitúo en la piel del compositor-creador para percibir su origen, pero ¿esto es correcto?, ¿está bien?

Hay dos cosas la primera, es que como creador que soy, parece que estoy más interesado en desglosar la pieza para descubrir la desnudez del compositor y así percibir mejor su proceso creador…Creo que en el fondo apunta a que esta experiencia me puede servir para introducirme en un proyecto hasta ahora inimaginado.

Dos, estoy a gusto, sabiendo que estoy al  lado de personas expertas que avalan este acontecimiento tan fugaz. Probablemente no recuerde ninguna nota musical, pero sí me acordaré del momento vivido, de lo que ha supuesto para mí esta audición.

Es un momento especial e irrepetible, que no volverá a ocurrir jamás. Ha sido una obra muy buena, pero no sabría decir porqué. De lo que sí estoy seguro es que me ha llegado hasta lo más profundo de mi ser".

Doy la gracias a mi amigo y director Carlos Cuesta y Ricardo del Campo.

Ángel Agrela, 2010. 

ANGEL AGRELA "INTIMITY - CAMPOS DE ATRACCIÓN: MÚSICA - PLÁSTICA

Mi primera impresión, quizás llevado por mi formación profesional como músico, veo en la obra de Ángel Agrela mucho movimiento, ritmos que se escapan. Poseen una transparencia que me recuerda a la música que amo tanto y que ha conseguido con mucho acierto materializar en distintos medios,… la escultura, el dibujo, la pintura, la fotografía, el vídeo…

Este trabajo lo presenta de una forma muy elegante y atractiva.

El permanente y continuo movimiento, no te deja detenerte en una imagen donde puedas iniciar su contemplación o su historia, en sus múltiples distancias al igual que la música.

Se percibe en su obra una lucha contra el paso del tiempo, lo inmaterial que es lo atemporal,…  ha logrado esto!,…  representar todo esto sobre un plano es algo muy difícil, pero lo ha conseguido con gran acierto. Esta es mi primer acercamiento al contemplar su obra. 

He tenido conversaciones con Ángel Agrela, en las que me ha explicado su Proyecto -“Intimity” Escaparates Vacíos- y me encanta porque representa, de una forma muy sencilla todo esto; lo hace sobre distintos medios y soportes, con toda la complejidad que conlleva, su forma de entender la vida…  es un artista claramente multidisciplinar.
Incluso he tenido conversaciones con Agrela, que manifiestan su clara intención de unir las diferentes artes, en este caso, la música y la plástica.

La relación de amistad y profesional con Ángel, de músico a  artista plástico, crea  sin querer nexos de unión entre ambos lenguajes. Creo que conscientemente ha conseguido reflejar algo de musicalidad en su obra, porque no deja nada al azar..

Es capaz de reflejar el movimiento en tempos distintos, de transmitir también su ausencia o sencillamente detenerlo.
Pero también deja al espectador participar en este juego… Parece un gran hallazgo para el espectador, porque lo involucra en el cambio permanente de nuestras vidas, de nuestras relaciones, de nuestras amistades.
Su obra se asemeja  también a la música con sus millones de notas, de sonidos, naciendo algo hermoso y  armónico,. Ángel Agrela esto es lo hace  de una forma magistral.

 Poder ver un dibujo tan vivo, tan etéreo y tan material a la vez, es todo un espectáculo!… Está creado con una compleja maraña de líneas, en las que no sobra ni falta nada, pero que a la vez forman un todo y eso lo hace muy atractivo.

Lo que aquí y ahora me ha llegado y todos podemos admirar, es sencillamente fascinante.

Carlos Cuesta

Músico